Todos al fin un 16 de mayo en El Peralta.
Dianis comparte a Helga el ejercicio del despertar corporal. Luego el calentamiento se desarrolla de manera habitual.
Pasamos el cuadro I, con una interrupción de Claudia quien pide precisar el conteo de los giros de las brujas -porque si bien ésto debe ser algo orgánico, no está demás tener un número en la cabeza-, también sugiere no olvidar el momento en que exploran el encuentro colectivo antes de la búsqueda del creschendo con las tablas.
De nuevo se olvida la invocación al agua: Señor de los mares y de las monatañas, danos reposo, que la voz que viene del agua sea la de los peces. Señor de los fuegos y de los vientos, permite que amanezca pronto, que la voz que viene del agua sea la de los peces.
El momento de la naranja también tiende a olvidarse. Así como los textos que se entrecruzan todos en medio de la escena de la plaza/río.
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