martes, 8 de junio de 2021

El reencuentro

 Domingo, 6 de junio: Teatro Coliseo Peralta.

Nos reconocemos al fin, es extraño porque aún cuando vemos por vez primera a Dina, una de las Troyanas, es como si ya la hubiéramos conocido tiempo atrás. Evidentemente, cambia la perspectiva, la relación del propio cuerpo, el habitar el lugar con todos los sentidos, en una dimensión viva, de las ¡artes vivas!

Manuel plantea un calentamiento sencillo, pero vital, partiendo de las formas en que el cuerpo pueda estar en el espacio, siguiendo la idea de Chejov: moldear, fluir, volar, irradiar. Así vamos adentrándonos en el cuerpo, presintiendo, sintiendo y resintiendo las presencia de las compañeras. Luego, nos pide trabajar en parejas mirándonos a los ojos, en un juego de acción y reacción.

Enseguida viene la prueba de la posible quinta Troyana: escuchar, visualizar, narrar, y luego pasar por el cuerpo.

Finalmente, Manuel comparte -de manera general-, la espacialidad, los corredores por los que tendremos que movernos en el Teatro Santander, y nos pide ocupar el espacio con algunos momentos de las escenas.Una sensación nueva, extraña, pero de alguna manera los textos están allí, empiezan a bajar de forma "natural", no memorística. Es interesante el último ejercicio en el que Manuel va nombrando el personaje y este debe entrar en un momento de la obra, las demás resienten las palabras.

Al finalizar, Claudia Ospitia comenta cómo ahora se redimensionan las cosas, las ideas que vienen a su cabeza sabiendo que estará ocupando determinado espacio, los caminos de tierra, la media luna de objetos, entre otras imágenes que vienen.

El próximo martes habrá ensayo, y prueba posible quinta Troyana.


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