Haciendo memoria, quizá esta haya sido una de las funciones de más escucha, y percepción de la atmósfera de la obra.También, una de las más arriesgadas puesto que, trabajamos, por vez primera, con trozos de papel en el piso del escenario y la sensación era por completo distinta. El resultado visualmente funcionó muy bien, dicen que parecen hojas secas, hojas de tabaco, y se sigue cumpliendo la demarcación espacial de la geografía de la puesta.
Fué, además, una maravillosa oportunidad de volver al Teatro Santander, (2 de septiembre de 2022) .
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