sábado, 5 de septiembre de 2020

Una reflexión para este tiempo ...

 ¿Qué significa mantenernos "conectados" en torno a una obra teatral como Las Troyanas?

Leer el texto a diario, podría ser la primera respuesta, y un compromiso individual. ¿Cómo leerlo para que no se quede en la sala de la casa, o en la orilla de la cama?, ¿Cómo sentirlo para que no sea un soliloquio sino un monólogo capaz de conmover?, ¿Cómo hacerlo para que no sea un texto bien dicho, sino un texto vivo, que acontece por vez primera?, ¿de qué manera estar unidas, -primero las actrices como grupo, y luego los personajes que se vinculan-, si en este tiempo no hay manera de hacer tejido? No al menos desde los cuerpos en movimiento, o a través de diálogos sin palabras y sin pantallas.

¿Qué podemos hacer para que Las Troyanas sea algo más que un proyecto externo que se retomará llegado el momento?

Formulo estas preguntas a nombre individual (Claudia Mantilla), pues son las inquietudes que me asaltan, fundamentalmente porque no quiero desconectarme de la idea que debe ser un trabajo conjunto.  

Sentir que hay una pausa, un entre tanto, un punto suspensivo puede llevar a la desconexión total.

Obra de Luna Eugenia
                                            Obra de Luna Eugenia: Diente de León


No hay comentarios:

Publicar un comentario