martes, 30 de julio de 2019

De guiones y otras formas de escribir la escena...




30 de julio de 2019:  Madrugamos a ensayar.

Luego de nuestra rutina de estiramiento y ejercicios de respiración, incluido el trabajo de voz y resonadores, compartimos el guión de Ad-verso, pero lo abordamos desde una lectura neutra que, poco a poco fue dando pistas de lo que sucede con el texto de la primera escena.  De la lectura neutra pasamos a preguntar por lo que realmente acontece en esas líneas, lo que está atravesando el personaje para decir lo que dice.  Luego, Manuel nos fue llevando a una experiencia más profunda con el texto, con preguntas de este tipo:  ¿por qué estás tan enojado?, ¿realmente es enojo lo que Porfirio siente?, recuerda que él se está muriendo, prácticamente se está asfixiando, y si dijeras el texto de esa manera no alcanzaría a terminarlo... moriría.  ¿Cómo diría ese mismo texto Walter agonizante?, ¿cómo lo diría Porfirio?.  Apártate del texto del guión y dilo con tus palabras.  

Descubrimos que el guión está vivo, y abierto.  De hecho, sentimos la necesidad de ampliar la participación de uno de los personajes, y lo más interesante: al estar los cuerpos en relación -más allá del papel o del "parlamento"- encontramos otra forma de decir, e incluso de recrear los vínculos entre los personajes.  Por ejemplo, en la respuesta sarcástica de Ricardo ante la línea que Porfirio integra del poema Elegía de septiembre:  "Escuchadme esta cosa tremenda...".

Al finalizar el ensayo, hicimos círculo de conversación para compartir impresiones de este primer acercamiento:

Claudia Ospitia:  Se me puso la piel de gallina, no sé si por hacer parte del proceso, pero me emocionó mucho ver y escuchar a Ricardo Arenales.  Siento que en esta primera exploración hay como una avalancha que va de Ricardo hacia Porfirio, Ricardo imponente y presumido somete a Porfirio en su último momento.

Walter Gómez:  Considero que Maín debe tener una mayor participación, no puede llegar y decir que Miguel Ángel le dio vida, para enseguida morir.  Al igual que los otros heterónimos debe tener una presencia y un desarrollo.  Sugiero recurrir a la imagen del viajero.

Claudia Mantilla:  A mi me alegra mucho percibir que hay un método, saber que estamos atravesando un camino con una dirección.  Puede que el camino tenga sus azares y sobresaltos, lo cual es deseable, pero ha sido trazado con un propósito escénico; percibirlo desde la exploración de la primera escena me hace pensar que habrá obra.

Brahyand Arango:  Yo tengo que leer todo el guión para saber muchas cosas.  A mi me gustaría que los personajes no se presentaran desde el inicio, sino que al final se pudiese deducir que se trata del mismo, que el espectador no lo supiera desde el principio.  Alguna vez hicimos una obra sobre Julio Cortázar y aparecía Cortázar como niño, joven, y adulto, tres personajes con distintos nombres pero, solo se sabía al final que se trataba del mismo; también vi una obra sobre Borges, y pasaba lo mismo.  Pero, debo leerlo todo.  Sería muy interesante también que cada actor anotara en su guión cuál cree es la intención con la que debe decir sus textos.

Manuel José Jaimes:  Respecto a lo que dice Brahyand de la presentación inicial, precisamente eso fue lo primero que tuvimos que resolver cuando Walter envió el guión literario, porque en un primer momento no se sabía ni se entendía quién era quién, y dramatúrgicamente había que resolverlo.  De allí que esa primera escena se titule: presentación de heterónimos.
De otra parte, para mi fue muy interesante verlos porque fui imaginando los objetos y las acciones que podrían integrarse, por ej: el bastón, la máquina de escribir, la forma de teclear.  Pienso también en una cama que puede estar en posición vertical, de tal forma que las escenas de Porfirio enfermo, o los momentos eróticos se observen como si fuesen casi de pie.

Saber que el texto termina de escribirse en la escena resulta plástico y atractivo.

*Las observaciones y aportes aprobados serán integrados al guión antes del próximo ensayo, para así avanzar.

domingo, 28 de julio de 2019

Mapa de emociones y aproximación a los personajes

Domingo 28 de julio de 2019

Iniciamos el ensayo en círculo de conversación compartiendo las impresiones que Atilio Caballero tuvo del guión, las discutimos, sopesamos y expusimos algunas nuevas ideas y ampliaciones.  Luego, hablamos de asuntos relacionados con la puesta y escenografía.

Enseguida, cada quien realizó sus ejercicios de estiramiento, respiración y yoga teatral. Posteriormente, realizamos la rutina de voz y resonadores.

Terminado el calentamiento. Manuel propuso un mapa de emociones marcando cuatro esquinas del escenario con cuatro emociones: ira, tristeza, miedo, placer.  Los ejecutantes pasamos por los 4 estadios entrando y saliendo de cada emoción, en un ejercicio constante de distanciamiento, primero desde el cliché, luego desde la corporalidad, posteriormente desde la percepción interna, luego desde la voz, y finalmente integrando todo.   Exploramos palabras sencillas, luego frases cortas.

Del mapa de emociones dimos paso a una aproximación a los personajes a partir de la improvisación. Fue Porfirio Barba Jacob quien atravesó los 4 estadios, entrando y saliendo de cada emoción, finalmente alguno de los ejecutantes quedaba en el centro,  y Manuel le proponía:  Usted es Olga, o Usted es Porfirio, o Usted es Ricardo, o Usted es Rafael, o Usted es Miguel Ángel y los demás pasábamos por su lado, y por los 4 estadios, entablando relaciones, proponiéndole diálogos a quien permanecía sentado en el centro, reaccionando a cada frase, estímulos que iban desde la imprecación, el susurro, el reclamo, hasta la seducción.

El ejercicio despertó la escucha, el hecho de ponerse en la piel de todos los personajes y pensar cómo pensarían, sentir como sentirían, caminar como caminarían, desear como desearían, morir como morirían, y un gran etc. nos dio otra perspectiva.  Fue una gran oportunidad de aprender sobre los otros personajes, y enriquecer un potencial personaje que asumiremos.



Comentario dramatúrgico Atilio Caballero

Atilio Caballero lee el guión que propusimos y hace sus respectivas recomendaciones, las más importantes:

*El espectáculo, aún tratándose de un poeta, no debe convertirse en un oratorio.  Sugerencia que parte de su preocupación ante la extensión de los poemas incluidos.  Le inquieta la forma en que serán dichos porque si no se dicen de manera IMPECABLE pueden conducir al descalabro teatral.  De allí que insista en la importancia de fragmentar algunos poemas e integrarlos a acciones físicas.  Es teatro, no poesía en escena.

*La proyección de videos y animaciones le resulta sugestiva, pide que las exploremos al máximo.  Al igual que la instalación de las telas elásticas y las botellas de vino, desarrollar estas ideas y no solo enunciarlas, utilizarlas más como buenos y apropiados recursos que son.

*Tener cuidado con las transiciones a nivel de puesta en escena para saber cómo se intercalarán los personajes.  Quién cierra escena y quién inicia la siguiente.

*La escena de la balada de la loca alegría debe ser trepidante.

*Evitar que sea el propio Porfirio quien de cuenta de su estado interior, eliminar esa voz narrativa.  Por ejemplo, en la escena que escribe la carta.  Encontrar un recurso dramatúrgico para que no sea el propio poeta quien asuma el rol de narrador de sus propios hechos o acciones.

*Revisar la forma en que se expresa Rafael Delgado, todo debe ser acorde a su mundo interno.

*En general, trabajar la obra de teatro como si fuese una road movie de un viajero perseguido por la desdicha donde quiera que se dirige.

*La estructura cronológica es correcta, podría en algún momento jugar a dislocarse. Una discontinuidad muy a tono con el personaje.

*Se entiende que son personajes que hablan con otro lenguaje, de época, pero hay que tener cuidado con la prosopopeya para que el espectador no se sienta ante un recitativo, con una cierta afectación que lastraría la organicidad de los desempeños, y por tanto la credibilidad de la historia.

*A partir de este primer acercamiento al guión, se considera que podría ser una dramaturgia compartida entre: Manuel José Jaimes y Atilio Caballero. Guión: Walter Gómez, Claudia Mantilla y Manuel Jaimes.

lunes, 22 de julio de 2019

Nosotros somos los delirantes ...

Lunes 22 de julio, 8:00 am.  

Improvisación: Canción delirante.  "Nosotros somos los delirantes, los delirantes de la pasión..."

Madrugándole a la semana,  Iniciamos nuestro training llamando la energía a partir de la respiración, y desperezando el cuerpo. Luego, cada quien hace su rutina de ejercicios de yoga teatral, aquellos que considere necesarios, en términos de reconocimiento corporal, flexibilidad, pre-expresividad y conciencia.  (Cada quien ha incorporado una serie de ejercicios previos, y luego nos disponemos a seguir otra serie orientada por Manuel).

Enseguida, ejercicios de comunicación grupal:

-Una persona propone caminata y los demás lo siguen, se van alternando explorando al unísono una manera que es percibida no sólo con la vista, también con el oído, sensación sinestésica.  

-Hombro con hombro percibir el movimiento del otro hasta ser un solo cuerpo que avanza.

-Espalda con espalda un ejecutante propone avanzar, el otro lo sigue.  Alternar sin palabras esta guía, :  orientar y luego dejarse orientar en el espacio.


Enseguida Brahyand plantea ejercicios de cuerpo/voz con resonadores, esta vez iniciando con la masticación de la m, luego con el sonido entre los labios como si fuese "moto", y finalmente partiendo de una m cavernosa (bajo vientre) hacia arriba, y luego de arriba hacia abajo.  Posteriormente, emisión de sonido desde plexo solar, terminando en um, up, y luego subiendo al pecho (o), a la garganta (a), a la nariz (e), a la coronilla (i).  Finalmente un juego de voz en grupo, enviando la vocal al otro, y después la unión de consonante y vocal, buscando infinitas posibilidades e intenciones.


Recordamos los versos que han venido resonando en nuestros cuerpos... "Goza tu instante, goza tu locura, todo se ciñe al ritmo del amor..."
"Mi vaso lleno, el vino del Anáhuac..."
"Ama el tumulto báquico, los juegos aleatorios"...

Manuel propone que los vayamos diciendo simultáneamente y que juguemos con ellos. El ejercicio se torna un tanto caótico, y nos propone la siguiente regla:

Cada quien va a decir un verso, y todos lo celebran, y así nació fluidamente un coro: "Nosotros somos los delirantes, los delirantes de la pasión, ved nuestras vagas huellas errantes, y en nuestras manos febricitantes, rojas piltrafas de corazón".
Manuel propone algunos versos del poeta Porfirio Barba Jacob que vamos incorporando poco a poco, esta vez desde la lectura del verso hacia el interior,  desde la cabeza -podría decirse- para volverlo sensación, juego, posibilidad expresiva.

"Dolor, zozobra, puertas abiertas.  La mariguana, la tentación.  El cielo azul y las alas abiertas.  Por vagos mares de ondas inciertas, vaga el esquife de la ilusión" 





 El ensayo culminó con lectura de poesía de Porfirio Barba Jacob.


sábado, 20 de julio de 2019

Nuestro día de independencia

Hoy, 20 de julio, logramos liberar la expresión grupal.  Un día lleno de motivaciones internas que fortaleció nuestra confianza.  Crece la energía del grupo, una sensación visible a nivel corporal, pero también a un nivel inmaterial del estar aquí y ahora, en atención presente.



El training inició con el reconocimiento y el despertar de la conciencia de sí, ¿cómo camino?, ¿cuáles son mis apoyos cotidianos?, y luego ¿cómo caminaría él,ella, ese otro?, y ¿si tuviese una limitación física?, pero ¿qué le sucedió a esa persona?  Construir una historia imaginaria de ese antes del accidente, el momento en que ocurre, y la secuela que deja.  Recorrer el cuadrado escénico en esa pequeña historia.



Enseguida, nuestros ejercicios de yoga teatral, respiración y estiramiento, la rutina que termina por hacernos conscientes de nuestra columna vertebral, de la energía empleada en cada movimiento, del límite y la posibilidad de ir más allá sin forzar nuestro cuerpo, sin oponer resistencia mental, siempre de forma autoreferencial, escuchando cada latido y percibiendo la integralidad.

Entramos en un ejercicio de integración grupal a partir de la escucha. Caminata y quietud. Caminata y estatua, caminata, estatua y contacto visual, caminata, estatua, contacto visual y relación con el otro.



 

Un cuerpo tendido en el centro del escenario, los demás actores van tras él a levantarlo, pero atendiendo  la pauta: movimiento, quietud, estatua.  Ejercicio que nos lleva a reflexionar sobre la importancia de improvisar en grupo, y estar atentos ante lo inesperado y lo impredecible que siempre ofrece el teatro.




















Brahyand comparte ejercicios de voz y de resonadores: u, o, a, e, i (soporte base, pecho, garganta, nariz, coronilla).  Luego, formamos un rectángulo proyectando la voz/cuerpo al compañero, es un envión de energía con una intencionalidad y dirección precisa. 

El juego del verso nos acerca a la obra del poeta Porfirio Barba Jacob, o debemos decir a cambio: Ricardo Arenales.  Verso a verso se deshoja el poema, cada actor es un verso y entre todos tejemos el poema.


"Goza tu instante, goza tu locura, todo se ciñe al ritmo del amor, y son solo fantasmas de la vida, el bien y el mal, la sombra y el fulgor..."


"Ama el tumulto báquico, los juegos aleatorios, el brillo del puñal y los viajes absurdos sin ruta fija ni punto cardinal..."

En medio del ensayo volvimos a jugar el juego del capitán, el juego de los caballitos, el principio de táctica y estrategia de arte marcial, una suerte de combate de la energía y la inteligencia, a partir del centro solar, más que de la fuerza.

Al cierre, Manuel comparte un boceto del diseño de afiche que viene elaborando para la obra: Ad-verso.

Pd.  Salimos a compartir un tinto con una deliciosa torta de canela, momento que también nos fortalece como equipo.