viernes, 16 de septiembre de 2016

IMPROVISACIÓN ESCENA 1

El tiempo de hoy, 15 de septiembre, es breve.  Realizamos un pequeño trote -sólo para calentar-,   Bosques incorpora elementos del tai-chi, Diana y Helga movimientos del yoga, Claudia trota.  
Nos acompaña Manuel José Jaimes como observador partícipe.


Fotos: Manuel José Jaimes.

Atilio pide que vayamos al texto de "La voz que viene del agua" y, lee un fragmento donde las mujeres se relacionan con el agua.  Nos pide que hagamos una improvisación, -no ejecución-, a partir de lo leído.  Sin embargo, mientras planteamos algunas claves terminamos  moviéndonos y cantando.  Entonces nos dice:  Todavía no.  

Decidimos marcar ciertas pautas:

-  Cubetas.
-  Círculo.
-  Canto.
-  Crescendo.
-  Disolución. 
-  Cicla.

Inicia la improvisación, primero exploramos el sonido del agua y a partir del movimiento cierta relación con el horizonte. Diana, Bosques y Helga, en el piso, construyen una imagen central, Claudia se suma e inicia un movimiento que semeja una balsa, "o algo por el estilo".  Luego, se  ponen de pie y conforman un círculo,  se escuchan asomos de un canto.    Helgui propone una caminata rápida en círculo, golpeando los pies en el piso, Claudia la sigue, se suman las otras.  Alguien acerca un termo con agua y empieza a circular entre todas, unas beben, otras riegan el piso, se mojan etc,  Claudia introduce una rama seca y desgaja las hojas en el centro.   Luego, el círculo se disuelve.   Viene un trabajo en parejas, hasta que lentamente van saliendo del espacio demarcado y llegan a las escaleras, allí no saben muy bien si detenerse o continuar... continúan como si estuvieran a la orilla de un río.  Se detienen.




















Atilio dice que dejó correr la improvisación pero que, ahora nos dará una nueva pauta y, nos pregunta ¿qué es lo que dice el texto?   Nos damos cuenta que tan sólo teníamos sensaciones y el núcleo del contenido lo estábamos pasando por alto.  Sin leerlo,  Atilio lo reconstruye y, nos dice que lo tengamos en cuenta.  Añade una demarcación espacial -tanto del patio como la forma en que debemos estar ubicadas- y, propone un foco que no podemos perder de vista.  Dice que busquemos un movimiento lo más orgánico posible, prácticamente haciéndonos una y que sumemos el sonido explorado.  En esta segunda improvisación relaciona lo que vamos a hacer con una obra de la literatura y el teatro clásico y nos habla de la importancia del intertexto para enriquecer las propuestas.

Iniciamos.  Aunque sabemos que todavía hay "hojarasca" nos sentimos más firmes en el piso, con un propósito definido para compartir en la escena.  (El intertexto no sólo se da a un nivel literario, o plástico, los cantos también se entrecruzan y un villancico puede cantarse a ritmo de son o de cumbia).

Atilio propone que dos se sienten y dos continúen con una nueva improvisación.  Lentamente Bosques y Claudia salen de la escena.  Quedan Helgui y Diana.  Atilio les dice que ahora son adolescentes que juegan y en medio del juego van a percibir un cambio en la atmósfera.    Inicia el tercer momento de improvisación donde las actrices integran muchos textos hasta que Helga plantea un giro en relación con la pauta del ejercicio.

Luego, nos sentamos todos en círculo y Atilio nos cuenta una historia un tanto anecdótica para plantear algo esencial:  En la exploración teatral, un actor o una actriz pueden proponer maravillas, entregarse "en cuerpo y alma", incorporar técnicas, juegos, liberar la imaginación y,  de allí no quedar nada, nada que sirva al propósito de la obra, de un montaje en particular.  Y esto no significa que el director sea indiferente o tenga preferencias.  Lo advierte por los egos que todos tenemos, especialmente cuando se trata de "arte".   Nos cuenta lo que le sucedió a una actriz del Odin quien,  viajó a oriente por encargo de su director Eugenio Barba,  y de vuelta trajo danzas, músicas, elementos que pudieran servir a la construcción de la obra Kaosmos pero, de allí no quedó nada.  Bueno, nada no.  Quedó una convicción interior para construir su personaje.

Finalmente, Atilio nos habla de un elemento clave en la cuarta escena para tenerlo en cuenta en nuestra próxima sesión.













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